Sumamos + imillitas waskiris, para que se conviertan en jach ´a warmis, desde prácticas que construyan nuevas intelectuales donde las mujeres interactúen y se las reconozca en la colectividad como protagonistas y no como victimas.
Por ello durante el mes de septiembre se realizaron grupos de dialogo femeninos con niñas y adolescentes del territorio aymara para la construcción y sostén de realización intelectual académica personal y social, de su autoestima, autoafirmación, autovaloración, que reduzcan las posibilidades de la auto segregación a las posibilidades de incursión en su profesionalización libre de estereotipos de género.
Estos espacios abordaron, la condición asimétrica entre las relaciones intergenéricas en las que los hombres detentan posiciones dominantes, son producto de relaciones sociales que marcan los contextos culturales, la educación a contribuido significativamente a la jerarquización de las relaciones intergenéricas, solo desde la transformación estructural de las dimensiones formales e informales se puede revolucionar las vida cotidiana, para lograr que la hegemonía masculina deje de ser reproducida, donde los interés femeninos cobren una nueva jerarquización que permita pasar de la domesticación y atribución total de las tareas de cuidado a la educación de las mujeres para espacios de ejercicio y toma de decisiones publicas y transformadoras.
Se visibilizo a Adela Zamudio una de las pioneras en cambios sociales en beneficio de mujeres logro este práctica transformadora entre 1870 a 1905, permitiendo que las niñas y adolescentes de la época pudieran recibir una educación diferente, alejada de la discriminación, por ser mujeres. Zamudio destaco el el siglo XIX en Bolivia por sus acciones ante una sociedad patriarca y prejuiciosa, la originalidad de su voz que se alza desde su posición feminista en un medio intelectual dominado por hombres, cuestionando el rol de subordinación asignado a la mujer en la sociedad conservadora en la que nació y creció.
Se hizo énfasis en las acciones y logros de Zamudio, que se extiende en su labor educativa, siendo la fundadora del primer liceo para señoritas y defensora de la educación laica. La necesidad de mejorar la educación de las mujeres , ampliando los programas de uso que limitaba los conocimientos básicos a las mujeres y con una dura critica a la educación aristocrática y clerical , genero la propuesta de la educación popular y laica en consonancia con sus ideales liberales, la educación popular que se implemento años más tarde en Bolivia, sin duda el poder de alzar su voz oral y a través de la escritura fueron determinantes para los derechos humanos que ahora las mujeres tienen y gozan en el territorio boliviano.
Consecuentes con los ideales liberadores y con la convicción de que la educación es un mecanismo de cambio de las sociedades, es que el Centro de Multiservicios Educativos CEMSE y Educación En Voz Alta, impulsan espacios de cambio cultural donde niñas y adolescentes incursionen en espacios intelectuales masculinizados como las ciencias, tecnologías, matemáticas, ingenierías, desde la perspectiva Inter seccional e intercultural, impulsando que niñas y mujeres en toda su diversidad accedan , usen y se apropien de los procesos de innovación y de transformación en la era digital, para erosionar los nudos estructurales de las desigualdades de género.
Iniciamos con las brechas de la auto segregación, fortaleciendo la autodeterminación y libre elección de planes y proyectos de vida posicionados en los logros educativos.
Acompañamos las habilidades blandas de niñas y mujeres adolescentes en su reconocimiento de estereotipos de género en sus vidas y como hacerles frente y superarlos para que ellas sean transformadoras de sus propias vidas y de sus sociedades.
El feminismo de la diferencia en la educación esta logrando hacer visibles a las alumnas, profesoras, madres no como victimas de discriminación sino como sujetos que piensan, viven, actúan y existen por si mismas.
